Los niveles de ruido en un hospital han ido aumentando gradualmente en los últimos 50 años y pueden llegar en muchos casos a los 80 decibelios, casi los mismos que produce una sierra eléctrica.
Sabemos que un ambiente ruidoso influye directamente en el comportamiento y bienestar de una persona, así que imaginaros en un hospital donde el paciente ya tiene bastante estrés por estar allí con su dolor y/o su enfermedad, y lo que más necesita es tranquilidad y reposo. La curación y recuperación de un paciente hospitalizado no depende únicamente de la atención recibida, sino también del entorno en que se encuentra, que debe ser lo más tranquilo posible. Pero no sólo influye en el paciente, también influye en el personal sanitario porque contribuye al estrés y al agotamiento del mismo, lo que se puede traducir en más errores médicos.
El objetivo y finalidad de la Ley del Ruido (Ley 1.729/2.003) es el de prevenir, vigilar y reducir la contaminación acústica para evitar y reducir los daños que de ésta puede derivarse para la salud humana, los bienes o el medio ambiente. Y no sólo es esta ley la que se aplica a los hospitales, sino que también hay normas propias de cada Comunidad Autónoma, directivas europeas y sobre todo ordenanzas municipales.
Nos podemos preguntar: ¿Pero de dónde viene tanto ruido?
- Alarmas electrónicas, teléfonos y conversaciones. Cuando hablamos de conversaciones las que menos molestan son la de los profesionales sanitarios, pero nos encontramos la de los propios pacientes o la de los familiares en las visitas. Muchos pacientes y acompañantes, sobre todo en las salas de espera o en urgencias, hablan a gritos o se ponen con el móvil a jugar, ver el vídeo gracioso que le han mandado por whatsapp o incluso a escuchar música a todo volumen. Le quitas el volumen o te pones unos auriculares y no molestes a los demás. En cuanto a aquellos que visitan a pacientes ingresados se dan casos en los que montan auténticos guateques: música, gritos, comida, bebida... y no sólo en la habitación del ingresado, sino que también por los pasillos. Hace falta una buena dosis de respeto en estos casos.
- Los anuncios por los altavoces.
- Los carros de comida, medicamento, lencería, etc... Muchas veces parece que en lugar de un hospital estamos en un almacén de logística. Y si hacen ruido cuando van cargados, cuando van vacíos es el doble.
- Sistemas de calefacción y refrigeración.
- Los cambios de turno y el calzado del personal sanitario. Esto es algo que está ya bastante corregido, pues guardan bastante el silencio y el calzado que se suele usar es de goma o de otro material que no hace tanto ruido.
La próxima vez que vayas a tu centro de salud u hospital, fíjate bien en estas cosas y veras que en muchas ocasiones es peor que cuando estás en el supermercado.
¿Cómo podemos bajar estos decibelios? Pues se pueden tomar medidas, está claro. Algunas de las más propuestas son:
¿Cómo podemos bajar estos decibelios? Pues se pueden tomar medidas, está claro. Algunas de las más propuestas son:
- Hablar más bajo... Sí, ¡HABLAR MÁS BAJO! A ver si así nos enteramos todos: pacientes, acompañantes, visitantes, médicos, enfermeras/os, los que recargan las máquinas de la comida y bebida, el servicio de limpieza... Todos SHHHHHHHHHH!!! Si la enfermera aquella del cartel levantara la cabeza...
- Respeta los horarios de visita y descanso de los pacientes ingresados. Igualmente para los que nos cuidan, si no es necesaria alguna medida especial como un control o dar medicación deja al paciente descansar porque el descanso es muy importante para su recuperación.
- El móvil dichoso, quítale el volumen o ponte los auriculares porque a nadie le importa nada ni tus gustos musicales, ni si recibes mensajes y demás ruido que provocas con tu cacharro. (Se nota que esto me pone negra...)
- Evita gritar o correr por los pasillos, aplicable a todos. Hay que intentar estar ahí lo justo.
- Utilizar un calzado adecuado que haga el menor ruido posible.
- Cierra las puertas al salir o entrar a la habitación y cuidado con el volumen de la televisión.
- Utiliza los ascensores externos a las plantas, pero recuerda que la escalera amplifica el volumen.
- Los carros o jaulas que transportan los alimentos, medicamentos y demás. Lo ideal sería un material que no hiciera ruido al vibrar y las ruedas estuviesen forradas con goma para que no fueran tan ruidosos.
Esta lista es ampliable así que si os animáis a comentar, podéis ampliarla y dar soluciones para poner remedio al ruido que tenemos que sufrir todos. Pero no sólo hay que quedarse con las ideas y buenos propósitos, sino que todos tenemos que poner de nuestra parte para que esto pueda ser una realidad: Una Sanidad sin ruido.
Y para terminar el vídeo de rigor, aunque hoy no va a ser tan cañero como a lo que os tengo acostumbrados. He elegido a Delerium y su tema "Silence", espero que os guste tanto como a mí.
Fuentes:
Imágenes:
- Hospital de Manises.
- La Razón.
- ED. Revista Enfermería en Desarrollo.
- 20 Minutos.
Imágenes:
- Somos Pacientes.
- Música Sin Más
- FFpaciente.
Mi madre nos leía la cartilla antes de ir de visita, al médico o ir a ver a alguien enfermo. Todo eso en algún punto se ha perdido en salas de espera y hospitales (por parte de todos: trabajadores, visitas/acompañantes y pacientes. ¡ Hay que ponerse las pilas ya!
ResponderEliminarY tanto!! Antes había más educación y respeto... Pero no todo está perdido, como tú dices hay que dar guerra para que se ponga remedio pero ya!!!
ResponderEliminarUn abrazote! :*
Buena lista de cosas, sinceramente con que la mitad de ellas si hicieran ya,me daba con un canto en los dientes.
ResponderEliminarLos que nos pasamos media vida en hospitales lo necesitamos.
Espero que estés ya bien, un besazo, Cleo
Toda la razón, con la mitad de las cosas ya se notaría mucho... Hay que concienciar a todo el mundo para que sepan el valor del silencio, sobre todo en un hospital.
EliminarPues ahí voy, esperando a que me hagan pruebas para verificar de que me han dejado a medias... Santa Paciencia!!
Un besazo!!! <33