Le dije a mi marido que por favor se encargara de la cena y de los niños, que yo tenía que acostarme porque no podía con tanto dolor, y los mareos me azotaban como el viento azota la vela de un barco perdido en una noche de tormenta. Así me sentía yo, jamás en 45 años había tenido estas sensaciones tan espantosas.
Y así hice, me acosté y pese al gran malestar me quedé profundamente dormida...
De repente, la fuerte sensación de como si una lanza me hubiese atravesado desde la coronilla hasta los pies me despertó. Intenté girar el cuello hacia el lado de la cama donde suele acostarse mi esposo pero apenas podía, así que giré todo lo que pude los ojos y allí le encontré ya acostado a mi lado.
Juro que grité su nombre con todas mis fuerzas, y lo único que salió de mi boca fue un balbuceo ininteligible y leve. Estaba prácticamente paralizada y no sabía porqué... Mi marido algo escuchó, se giró y allí me encontró. Según me cuenta él, con la cara descompuesta, la boca torcida y una expresión de pánico que jamás había visto en otra cara.
Llamó a la ambulancia que llegaron casi de inmediato. Recuerdo que él estaba despertando a los niños y vistiéndoles para dejarlos en casa de un familiar, y escuché esa palabra de la boca de uno de los médicos: "Es un Ictus".
A partir de aquí, tengo una laguna e imagenes agolpadas en mi mente, como fotogramas que se empujan entre sí y aparecen en mi cabeza... Sirenas, hospital, resonancias mágneticas, la cara de mi marido, mis hijos, miedo y puf! Desconexión.
Desperté al día siguiente, mi marido me cogía la mano derecha, y me miraba con los ojos llenos de lágrimas. "Cariño, saldremos de esta. Te lo juro". En ese momento, llegó el doctor y me explicó que había sufrido un Ictus Isquémico, el tratamiento y rehabilitación que tendría que hacer.
Me dieron de alta después unos cuantos días, salí del hospital en silla de ruedas, ya podía hablar, pero torciendo la boca y mi mano tampoco respondía apenas.
Llegué a casa, volví a ver a mis hijos, me abrazaron y yo les correspondí como pude. Entre sollozos, les prometí a todos que saldría de esta. Y así fue. Tan pronto como pude empecé a caminar, a ejercitarme, a leer en voz alta. "La recuperación está siendo más rápida de lo habitual" dijo el médico cuando me volvió a ver.
Hoy en día, casi no tengo secuelas, la boca se me sigue torciendo un poco y he perdido un poco el ángulo de visión. A veces mi pierna derecha no "quiere hablarme" y tengo que concentrarme en ella para que me haga caso. Pero aquí estoy, cuidándome más que nunca, haciendo todo el ejercicio que no había hecho en mi vida, y luchando por los mios y por mí.
(Esta historia es totalmente ficticia, pero en cualquier caso seguro que se ha repetido muchas veces y se seguirá repitiendo...)
Os dejo este tema musical, no me preguntéis porqué, pero al escribir esta historia, estaba todo el rato rondando por mi mente. "Wonderful Life" de Black.
Más información y noticias acerca del Ictus:
http://www.vivirdespuesdeunictus.com/
http://www.abc.es/salud/noticias/20141029/abci-ictus-mundial-201410281851.html
www.fundacioictus.com
http://www.elcorreo.com/salud/vida-sana/20140217/ganas-vivir-maria-escario-201402171519-rc.html
http://neurex.es/tratamiento-del-ictus-durante-cuanto-tiempo/
Imágenes:
- Cadena Ser.
- Infolesión Cerebral.
- HolaDoctorCarrion.
- Forges.
Mi cariño y ánimo a los afectados, allegados y profesionales que trabajan con ellos. Grandes luchadores todos ellos.
ResponderEliminarSeguro que te lo agradecen. El cariño y apoyo, siempre es beneficioso para cualquier persona, y más para todas aquellas que sufrimos de una u otra manera.
ResponderEliminarOtro "peaso" abrazo para ti.
<3
Bien niña!, me parece muy importante dar visibilidad al ictus y como se manifiesta; vivimos tan deprisa que al final las cosas importantes son las que dejamos aparcadas y cuando aparecen nos sorprenden y nos destrozan.
ResponderEliminarPrevención, todo lo que podamos, y reaccionar deprisa, son las dos cosas fundamentales.
Un besazo, Cleo
Geniales palabras Cleo, llenas de razón.
EliminarUn abrazo, cielo! :*